10.3.04

En el camping nuevo hicimos montones de amigos. Yo anduve curtiendo con uno que es el que toca la guitarra en la foto, pero lamentablemente mañana se vuelve a su casa que queda en el orto del mundo. Igual si el amor es sincero volveremos a encontrarnos para seguirla y si no lo es, en mí perdurará el dulce recuerdo de los besos y caricias que nos pegamos en la carpa.
La foto es medio pedorra, pero la sacó uno de los panchos que están acá. A
nosotros nos afanaron la cámara de Flop en cuanto llegamos a Monte Hermoso.




Yo soy la que está con el pancho de la guitarra. Por ahí se la ve a Flop y a Falopa.

Mañana iremos de excursión a Villa La Angostura, así que me encontraré con Alfonsina. Estoy bastante ansiosa, sobre todo porque prometió invitarnos a comer.

Este lugar es tan hermoso y apacible que ya me está hinchando un poco las pelotas. De todas maneras dudo que vuelva alguna vez a Buenos Aires, ya que allí, la única persona que deseo me esté esperando, no lo hace. Así que mejor me busco otro por acá y a la mierda.

El poema este es nuevo. No tiene que ver con mi novio nuevo porque la verdad es que, aunque está fuertísimo, no me inspiró mucho para escribir.


Poema de Mambrú nº 34


Muerta de sed
el alma mía se estancó en la zanja azul de tu recuerdo.
La ansiedad corroe el instinto,
nubla los pájaros que el destino invoca
en estos parajes sempiternos.
Alzo mi sexo florido al cielo
e invocando al bruñir de las estrellas
susurro versos que ya están dormidos
El silencio invade mi vida
y le otorga armonía al interior de mi ser.
Estoy caliente, es cierto
¿Para qué negar lo evidente?
Me restrego entre los pastos,
las piedritas conchudas me molestan.
Una cama necesito, sólo eso.
Y tu cuerpo en ella socavando
lo más hondo de mi vientre.
A veces me siento más sola
que un bambú crecido en el deshielo.
Estoy bastante podrida de extrañarte.

6.3.04