24.7.04

Poema contemplativo 2



Antes de que la noche terminara
observé atenta el ulular de la sirena
imagine colores que interpretaran
aquella cadencia inexpugnable,
más sólo a mi mente venían
imágenes irremediables,
de esas que acompasaron
los vinos de Poe y Rimbaud
No quise ver más la miseria
y me abracé a la botella de ron,
mi cuerpo empapado en llanto,
bramaba como un pigmalión
Y arrosedada quedé
oteando el gris horizonte
y el suicidio de la luna
en un oscuro charco de mierda.

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