23.1.04

Llegamos hasta Rada Tilly que es un lugar bastante lindo. Igual, para playas prefiero mil veces Gessel.
Ahora enfilamos para otro lado, aunque me da la impresión de que, como no tenemos la más puta idea de nada estamos haciendo mil kilometros al pedo.
Sigo pensando que me cagaron mal.
En Puerto Madryn no había ballenas. Había fotos de ballenas, huesos de ballena, todo el mundo hablaba de ballenas, pero no había ni una reputa ballena.
En algo nos equivocamos, seguramente.
Falopa se encanchó una pancha y anda como loco de tristeza porque tuvo que dejarla. Estos últimos días andaba más boludo que de costumbre. Por más consejos que le dimos no se la pudo remachar como dios manda.
Aunque él dice que no, la minita tenia una cara de naba virgen que se le partía. Así que no se perdió nada.
Con Flop, hace unas noches conocimos a los amores de nuestra vidas. Un poquito mayores para nosotras, pero nos enamoramos bastante, sobre todo porque salimos a pasear en auto, nos mostraron muchos lugares copados y ellos pagaron la cena. La verdad es que estábamos medio cagadas de hambre. La guita se está acabando y el garroneo no resulta tan sencillo.

Desde el próximo lugar civilizado volveré a escribir alguna cosa más. La idea es en febrero estar ya en El Bolsón, pero al paso que vamos y sin una sóla mente lúcida que entienda de estos mapas del orto, lo más probable es que aparezcamos pronto en el Himalaya.

Y aquí dejo una poesía que escribí las otras noches, recordando a un novio que tuve reciéntemente y al que tuve que dejar por ser infiel, agrandado y otras cosas más que son de público conocimiento y no vienen al caso porque ya no importan.

Poema sexual de una noche de verano.

Somos como larvas retozando en un húmedo campo de sábanas
Tengo miedo de que tanto movimiento me rompa la cadencia
Odio perder ese ritmo inanimado con el que suelo destrozarte
Estando encima tuyo mis tetas pierden el control,
rebotan como dos pelotas de basquet, me golpean la cara
intentando perderse entre tu lengua descarriada.
Hacer pausas entre una y otra exhalación
Sudores de tu cuerpo y el mío se tornan un pegote medio asqueroso.
El calor no se detiene y vos pedís que siga, que no pare
como si de una maratón se tratase, como si hubiese que batir un récord más.
"No puedo más vida mía, dejame un rato abajo, así descanso..."

No hay comentarios.: