Hoy fui a la entrevista del laburo. Un fiasco. Me querían obligar a disfrazarme de empanada. Para eso que se busquen una gorda pedorra, yo estoy para lucir mi anatomía privilegiada, no para andar haciendo el ridículo por la calle.
Así que los mandé a cagar. (disculpame Aldito si te hice quedar mal, pero tengo mis principios)
Igual hay una buena. Capaz que empiezo en la EG3 que está cerca de casa. Acá me tengo que disfrazar también, pero de corredora de F1 y el traje es muy bonito y me favorece. Lo que me parece es que me voy a cagar de calor.
Mañana tengo que ir a hablar con el dueño y me va a enseñar a cargar nafta, limpiar los vidrios y medir el aceite. Espero que no se haga el vivo porque es amigo del nocvio de mi vieja y no quiero tener problemas. Quiero poder confiar en alguien. Necesito conservar un poco de fe en la humanidad.

Hoy les dejo otro poema de mambrú que tiene que ver con el mundillo del automovilismo y las empanadas.

Poema de mambrú 3

No quiero ser sólo tu muleto
Las larvas entrecomen aparcijos en mis cejas.
No quiero trinches de panceta,
ni mañaneros que no se desglocen en los dos,
explosionando sentimientos espesos.
No quiero ser tu muleto.

Hay flores en una seda camisón
que se ofrecen a las diez de la mañana.
Muleto no soy
Reemplazo a toda la nada que te habita
Cambio a todo el peligro que se esparce,
entre comillas de adoquines oxidados.

Sí soy muleto, sí lo soy...
sólo quiero avecinarme a tu miseria,
acercarme a esa risa tan hermosa que se pliega,
en el último tramo de tu caño de escape

Si tengo que ser muleto, entonces
por favor llevame siempre en tu mochila
No me pierdas en los mil entretelones
que la vida nos presenta, la cochina
no me ofrezcas empanadas ni fritanga
necesito que disfrutes de mi tanga.
Mientras mides de mi aceite su nivel
Yo te dejo recuerditos en la piel.