2.10.03

Está bien. Aunque igual sigo bastante cabreada porque no se me valora lo suficiente y no se reconocen mis méritos literarios porque mi belleza descomunal no les deja ver el bosque o el árbol, o como sea que sea eso del árbol y el bosque. Igual, sólo porque Alfonsina y Aldito me lo piden voy a dejar aquí un bello poema de la serie "Poemas de Mambrú", libro que pienso editar en los próximos tres años. Así tengo algo publicado antes de terminar la carrera y las tragas ortibas de mis compañeras de facultad se cagan de envidia. Estos poemas están inspirados en circunstancias de la vida que me suceden y no tengo porque andar contándoles cuales son.


Poema de mambrú 1



San Pedro



Tus dedos son como lápices
dibujando el contorno de mi ilusión
Tu lengua una fruta caribeña
que ensambla promesas incumplidas
Mientras hablás al pedo,
mi cuerpo vibra como un microondas,
se incendia y huele a chamusquina.

Las particulas de mi amor explosionan
imaginando las naranjas y el río
donde se encallan conchas marinas
y moluscos de distinta intensidad. (*)
Vos seguís con tu piripipí,
mientras me oculto en la manta del ardor.

Y si no me llevás a San Pedro
al encuentro de motoqueros
sos un puto maricón.


(*) Ya sé, en el río no hay conchas marinas ni moluscos, pero esto debe tomarse como una licencia poética que era necesaria para la buena composición del poema.

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