Ayer estuvo mi novio en casa. Vino a arreglarme la lectora de cidís y la rompió más de lo que estaba. La vieja estaba con mi 129º nuevo papá, seguramente esperando que nos vayamos nosotros. Como no nos dejaron solos ni un rato se ve que él se aburrió y se fue a Banfield a no se qué.
Anoche fui a bailar a un lugar re-lejos. Creo que era en San Miguel, (nidea por donde queda ese lugar porque me subí al auto y me dormí)
Me acuerdo que todo fue más o menos normal como hasta las tres. Después no me acuerdo que pasó y ahora me duele la cabeza. Me levanté a cualquiera y en cualquiera.
La vieja está de un humor de perros, compró facturas y no me dejó ni una sola. Se ortibó mal, la loca.
Estoy cagada de hambre pero no quiero pasar por la cocina a que me cague a pedos por alguna cosa que ni siquiera recuerdo. Así que me voy a quedar toda la tarde metida acá viendo televisión. (Aviso a la banda que no me llamen que no quiero hablar con nadie, son todos unos forros)

En lugar de poesía, hoy voy a postear la foto del tatuaje de Flop. No se lo merece porque anoche se borró con uno y no quiso venir a bailar con nosotros.
Vamos a ver si sale, según las instrucciones recibidas. Es un kilombo pero lo voy a intentar.
Aclaro que esta foto es de hace un año. Ahora Flop está más crecida (y desmejorada), pero el tatoo sigue igual.